En este libro, las preguntas conviven con recuerdos de un padre que quiso ser cineasta o el revólver que una abuela no quiere llevar a mantención por miedo a que se lo quiten, mientras adolescentes se cuelan en casas abandonadas a tomar «el trago robado / a los padres», y a olerse y tocarse, afirmando que eso último «es mucho más importante / que temer a la muerte». Son veinticinco poemas donde se explora la memoria familiar, la inocencia y la muerte en un estilo narrativo cotidiano.
Poemas de este libro obtuvieron el premio Roberto Bolaño.